Sin debate no hay paraíso (ni futuro)
Ver la lista de personalidades y académicos que asistirían ya llamaba poderosamente la atención. El programa y los temas escogidos tampoco se quedaban atrás. Menos aún el nombre del evento: “Revisión crítica del Código Procesal Constitucional”. Todo pintaba para que sea diferente a los clásicos –e invitadores al sueño– congresos y seminarios, donde el monólogo de las conferencias de treinta, cuarenta minutos se imponía sobre el debate que esa conferencia podía promover.
Y, de hecho, el coloquio realizado el sábado 22 de noviembre, en el clásico anfiteatro “Armando Zolezzi” de la Pontificia Universidad Católica del Perú, organizado por “Constitucionalismo Crítico”, fue diferente: ponencias de 15 minutos, muy concretas y sucintas, seguidas de un debate con preguntas para los ponentes; debates críticos, rigurosos, francos, directos, que se prologaban por varios minutos.
Pero lo más importante fue que todos allí estaban en igualdad de condiciones: poco importó que al frente, como expositor y como público, esté un juez del Tribunal Constitucional (Eloy Espinosa) y profesores ya consagrados de Derecho Constitucional de dos generaciones diferentes (Francisco Eguiguren, Edgar Carpio y Pedro Grández). Y digo que poco importó porque los profesores, académicos jóvenes, abogados y estudiantes que asistieron, tuvieron la plena libertad de divergir, criticar, concordar. En suma, fue una conversación horizontal, respetuosa y alturada, una demostración de que la academia no tiene futuro si apelamos a los monólogos, y que la voluntad de someter nuestras ideas a crítica para defenderlas o abandonarlas es lo que nos legitima como juristas.
Pocas veces he visto, en el Perú, un evento de esas características. Pero estoy convencido que es exactamente lo que debemos hacer, desde nuestra especialidad y con nuestras inmensas limitaciones, para construir un mejor país. Los muchachos de “Constitucionalismo Crítico” han marcado la pauta. Espero con ansias que ello se replique en el futuro y que sea una constante en nuestros eventos jurídicos.